viernes, 2 de marzo de 2012

Y una noche, volvió a empatar en el monumental

En la noche del ayer, River volvía a un monumental colmado como en sus épocas mas gloriosas, con ganas de continuar la racha ganadora que había empezado con Indepte. Rivadavia y siguió con Desamparados, y que lo ubicaban como líder del torneo junto a Instituto. El rival a vencer era el peligroso Quilmes de Carusso que venía en notable levantada, tanto que los del Sur se ubican en lote de los 4 primeros, y junto a los de Almeyda, pelean por lograr el ansiado ascenso a la máxima categoría del Fútbol grande de la Argentina.

En la primera parte, todo fue fricción y lucha en la mitad de la cancha por parte de ambos equipos, lo más sobresaliente fue la lamentable lesión de Arano en una jugada aislada (Distensión de ligamentos en la rodilla derecha) que le impedirá al club de Nuñez contar con el futbolista en todo lo que resta del torneo; en su lugar ingresó el juvenil Pezzella que respondió de buena forma y que junto a sus otros compañeros de zaga, completó una defensa hecha en casa.

En la segunda etapa, River salió decididamente a ganar el partido, porque el marco y su jerarquía así lo pedían; pero Quilmes no se mareó y siguió manteniendo el buen orden táctico que propuso desde el principio. Remates de media distancia (uno de Ponzio que se estrelló en el palo fue de lo mas claro) y el intento de búsqueda de juego asociado eran las armas que mostraba el local.

Almeyda pateó el tablero, sacó a Cirigliano, un medio-campista, y puso un delantero, un tal Trezeguet, pero nada cambió. Hasta que a falta de 15 minutos para terminar, aparecieron varias de las emociones que prometían desde el comienzo ambos equipos. River, buscaba el arco contrario con mas convicción y eficacia que en otras oportunidades, y Quilmes, de la mano de Caneo y Telechea, buscaba en esa sociedad que tan buenos frutos les había dado hasta aquí, un encuentro que le permitiera llevarse los 3 puntos como visitantes.

Y apareció la jugada polémica del partido, un ataque de Chori Dominguez, un buen regate que le permitió a éste pisar el área contraria obligando a un defensor a cometerle infracción y posterior penal no sancionado por Lunatti (de discreto arbitraje), hecho que generó el fastidio del propio Dominguez y una posterior reacción de Carusso. Después, gestos con la mano de Chori, la respuesta del entrenador del Cervecero que no se hizo esperar y la defensa del DT de los millonarios hacia su dirigido, fueron algunas de las cosas que pasaron en pocos minutos y que terminaron con la expulsión de ambos técnicos por parte del referí y ninguna sanción para el jugador. Faltando pocos minutos, los visitantes tuvieron la chance de llevarse el triunfo con un pelotazo saliendo de contra, pero a Telechea la pelota le pegó en la espalda y rápidamente se esfumó el peligro para el local.

Asi, Quilmes se llevó un importante punto para seguir en la conversación y no descuidar su sueño de ascenso y River dejó pasar la oportunidad de despegarse en su camino hacia el título. Asi, una noche, volvió a empatar en el monumental.